Viajar con niños a Marruecos
Dicen que viajar con los hijos les educa y los enriquece como personas, compartir juntos nuevas experiencias nos acerca aún más y lo vivido conjuntamente nos une para siempre por los buenos recuerdos.
Las vacaciones con niños, en verano, semana santa o navidades en Marruecos, es una opción segura de diversión y relax que las hará inolvidables.
Quizás dudéis, quizás os digan, ¿Marruecos?, ¿con niños?, ¿ya es seguro? No lo dudéis, Marruecos es un país seguro, en donde los niños van a disfrutar de experiencias inolvidables.
Marruecos dispone de todas las ventajas a las que estamos acostumbrados, que nos aseguran una estancia sin riesgos y a la vez, dispone de opciones fantásticas y no habituales en nuestro país.
Nuestros circuitos totalmente privados y personalizados, os transportaran a los sentidos de África.
Preguntemos a nuestros hijos si les gustaría recorrer playas salvajes, infinitas, conduciendo un quad.
Essaouira, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es conocida, también, por la práctica del surf, quizás a nuestros hijos les apetecería! Una tabla de surf bajo el brazo y aprender a surfear las olas del Atlántico.
Preguntemos a nuestros hijos, si les apetece montar a lomos de un dromedario y subir por las dunas del desierto más grande mundo, si quieren vivir la experiencia de ver el desierto del Sáhara, de descender las dunas en una tabla o rodando como las croquetas, si quieren dormir en una tienda en medio de las dunas,
Preguntémosles si les gustaría aprender a tocar los tam tams como los hombres del desierto junto a una hoguera, si les gustaría tumbarse por la noche en la arena y adivinar estrellas, miles de estrellas,…
Quizás les gustaría montar a caballo a orillas de la playa, o en un dromedario, quizás les gustaría visitar la Kasbah de Aït Ben Haddou, imaginar cómo eran las caravanas que cruzaban medio África, o visitar los estudios de cine de Ouarzazate, donde se han rodado películas como La Momia, Cleopatra, Juego de Tronos,…
Compartir un juguete con los niños nómadas del desierto.
Montar a lomos de una mula y descubrir la cordillera del Atlas, con el monte Toubkal de 4.167 metros de altura.
Recorrer la medina de Marrakech, visitar los Jardines de Majorelle,…
Y, finalmente, disfrutar de unas palomitas en la piscina del riad.
Estas son las vacaciones ideales si han respondido que sí. Un montón de actividades nuevas y divertidas en plena naturaleza, también para nosotros que todavía tenemos una parte de niños en nuestro interior.
Añadimos relax, paz, tranquilidad, alejados del turismo de masas, gozando de un trato exquisito y totalmente privado y personalizado.
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