La prisa mata, y los cinco sentidos dan la razón.

Los ojos dirán que ven paisajes inimaginables, contrastes de colores que nunca han podido ver antes, puestas de sol en las eternas dunas y el despertar de la luna en un cielo donde las estrellas pueden acariciarse; la nariz dirá que aprecia olor a especies, a te moruno recién hecho, a la tinta de las telas; la boca dirá que por ella han pasado sensaciones indescriptibles de una gastronomía rica en sabor; los oídos dirán que han escuchado músicas hipnóticas e incluso el grito de silencio del desierto, el mismo del que las manos dirán que al resbalarse su arena por sus dedos le ha trasmitido calor, el calor de su gente y el frio cálido de la noche a la vera de una hoguera; y todos ellos coinciden en que hay que vivirlo y sentirlo, sin prisa, con los cinco sentidos. Sin duda un destino mágico que atrapa y nunca olvida la mente.

No dejes que te lo cuenten.

MIRIAM ARQUES MURIA

Me llamo Paula y tengo 11 años. El verano pasado fuí de viaje a Marruecos y la verdad es que me lo pasé muy bién. Lo que más me gustó fué cuando fuimos con los quads de excursión por la playa de Sidi Kaouki. También me gustó mucho el hotel y la villa donde estuvimos. Y lo que hizo que el viaje fuera más divertido es que estuviera casi toda mi familia.

PAULA