El viaje siempre soñado, con emocionantes sorpresas. Dejándonos sorprender por Àngels.

Marruecos, un país de contrastes, olores, amabilidad. Llegamos a Marraquesh y era ambiente, ruido, gente… un guía nos llevó a nuestro Riad, en una calle con poca luz, una puerta pequeña, entramos y todo era silencio, paz. Era una casa preciosa, con patio, con habitaciones a cual la mas bonita. Ya nos esperaban con la cena, mmmm, riquísima… Ahí empezó una ventura de 5 días inolvidables hacia el desierto.

En el viaje, organizadísimo, incluía un 4×4 con nuestro chófer durante los 5 días, un chico encantador, y hablaba español. Y lo demás lo teneis que descubrir solos……… el desierto!

Muy agradecidos por todos los servicios prestados, aquí en Tarragona y en Marruecos. Mil Gracias!!!

Bea y Fer

Viatge personalitzat, ple d’experiències inoblidables i en ple mes d’agost. Tot un repte!. Marraqueix espectacular,  amb nit al Riad del Borj acompanyats d’elegància, autenticitat i d’un servei exquisit.

El viatge cap a l’Atlas ens transporta a un altre  món totalment diferent: paisatge de palmeres, kashbas i muntanyes. Entrem al desert. Hi passem una nit majestuosa, impressionats per la seva grandesa i silenci.

L’arribada a la costa Atlàntica ens ofereix el Marroc dels pescadors, dels surfistes, de l’oli d’Argan, dels mercats de colors i olors. Un viatge a la nostra mida.

Maria Güell

Cuando el estrés, las prisas, las dudas, los imprevistos, los horarios, los papeles, la multitud, las colas y el cansancio se apoderan de mi, cierro los ojos…y vuelvo a estar allí.

Camino entre las dunas del desierto, frente a un atardecer que tiñe de rojo el horizonte, mientras me envuelve un silencio delatador que permite escuchar los latidos de mi propio corazón. Hundo los pies en la arena, y siento paz.

Me pierdo de nuevo en los bazares, saboreo las fragancias, me deleito con los colores, las telas, los sonidos, las luces. Sonrío mientras escucho los solemnes cánticos de los minaretes, y me siento viva.

Contemplo a los comerciantes y los artistas, a las mujeres y el rubor de sus velos, a los niños sonrientes que revolotean a mi alrededor. Siento sus manitas cogiendo mis dedos, sus anhelantes ojos que me observan.

Me invade la dulzura del viento, el calor de las calles, la harmonía de una puesta de sol eterna. Y siento la esencia de un lugar que tiene magia, sin secretos.

Si no has estado, querrás ir, y si has ido, querrás volver.

Elena López.

La prisa mata, y los cinco sentidos dan la razón.

Los ojos dirán que ven paisajes inimaginables, contrastes de colores que nunca han podido ver antes, puestas de sol en las eternas dunas y el despertar de la luna en un cielo donde las estrellas pueden acariciarse; la nariz dirá que aprecia olor a especies, a te moruno recién hecho, a la tinta de las telas; la boca dirá que por ella han pasado sensaciones indescriptibles de una gastronomía rica en sabor; los oídos dirán que han escuchado músicas hipnóticas e incluso el grito de silencio del desierto, el mismo del que las manos dirán que al resbalarse su arena por sus dedos le ha trasmitido calor, el calor de su gente y el frio cálido de la noche a la vera de una hoguera; y todos ellos coinciden en que hay que vivirlo y sentirlo, sin prisa, con los cinco sentidos. Sin duda un destino mágico que atrapa y nunca olvida la mente.

No dejes que te lo cuenten.

MIRIAM ARQUES MURIA

Me llamo Paula y tengo 11 años. El verano pasado fuí de viaje a Marruecos y la verdad es que me lo pasé muy bién. Lo que más me gustó fué cuando fuimos con los quads de excursión por la playa de Sidi Kaouki. También me gustó mucho el hotel y la villa donde estuvimos. Y lo que hizo que el viaje fuera más divertido es que estuviera casi toda mi familia.

PAULA