Chefchaouen
Chefchaouen, uno de estos rincones del mundo, humildes, sin más, que reafirman que viajar es hacer un viaje a tí mismo.
Su maravilloso color azul, pasear por sus callejuelas, oler las montañas cercanas, adivinar un cielo estrellado que surcará la noche, escuchar el ir y venir de sus gentes, saborear un te a la menta… Disfrutar de este pequeño pueblo rodeado de montañas, donde el azul de sus casas transmite paz, transmite luz, luz de aire fresco y claro.
Shifshawen en árabe y Chefchaouen en francés.
Una pequeña ciudad, en las montañas del Rif, en el norte de Marruecos, con un innegable origen andalusí en un emplazamiento bereber.
Poblada por moriscos y sefardies expulsados de España después del 1492, fundada por Mulay Ali Ben Rachid. Durante siglos fue una ciudad considerada sagrada, prohibiendo la entrada a los extranjeros, quizás esto, provocó que no sufriera cambios y aparezca, actualmente, como antaño.
Chefchaouen es la perla azul de Marruecos, una de las ciudades más bellas del mundo, el color azul en sus casas y callejuelas, le dan identidad propia.
Artesanos que en pequeños bazares muestran sus productos, coloridos en el fondo azul añil de los muros.
El tiempo se detiene cuando observas a sus mujeres vestidas con una sobre falda a rayas de colores y su sombrero de paja con pompones, así, alegres, coloridas, cargan la leña o conrean el campo, así sonrientes.
Chefchaouen, a escasos 100 kilómetros al sur de Tánger y a escasos 200 kilómetros al norte de Fez y unos pocos más de Rabat, es visita aconsejada en nuestros circuitos personalizados. Cuenta con alojamientos de calidad y de encanto que suman valor para una estancia inolvidable.
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